HIPERTEXTO Y RIZOMA
Emprendamos los thousand
Plateaus (las mil mesetas), algo apropiado para un comentario sobre el
hipertexto y la cultura, ya que el libro-rizoma de Deleuze y Guattari podría
considerarse, en sí, como un incunable hipertextual. Si bien el texto viene
como artefacto impreso, fue diseñado como una matriz de discursos
independientes, aunque con referencias cruzadas, en la que se invita al lector
a entrar más o menos al azar. (Deleuze y Guattari, pág XX). Al no tener
secuencia definida salvo una estipulación de que se deje la conclusión para el final,
los capítulos, las “mesetas”, del libro pueden leerse en cualquier orden. La
tarea implícita del lector consiste en
construir una red de conexiones virtuales (que más de un lector conocido mío ha
sugerido que se haga operacional en una trama de enlaces hipertextuales).
Pero en la presente discusión, A thousand Plateaus es más que un ejemplo de hipertexto. Ha
influido también una gran influencia en las teorías sociales y en las polémicas
estrechamente relacionadas con la integración cultural de nuevos medios. En
toda la farmacopea posestructuralista,
la crítica cultura de Deleuze y Guattari parece ser el psicofármaco más eficaz.
Como señala Brian Massumi en su introducción, la nueva
cultura soñada de Deleuze y Guattari no procede del logos, la ley de las sustancias, sino del nomos, la designación de lugares u ocasiones. De ahí sus varios
tropos que se recuerdan mutuamente de nomadismo o nomadología ,
desterritorialización, líneas de vuelo, espacios lisos y estriados,
articulaciones dobles, máquinas de guerra, estribillos y rizomas. El generador
de todos estos tropos (el archirrizoma)
es el concepto de un orden social definido más por la travesía o el encuentro
activos que por la objetivación. Las
figuras de este orden incluyen el océano
del navegante o el desierto del nómada en contraste con el espacio cartesiano
del ingeniero o la cuadrícula urbana del policía municipal.
LIBROS: Georges P. Landow- Teoria del hipertexto- Paidós Multimedia 4. 1ª edición 1997.
Página 341.